En los incansables atardeceres de la Orinoquía, se inicia nuestra operación en el campo de Cupiagua y continua hacia las estaciones de Cusiana y El Porvenir.
Adentrarse en Casanare es llegar a una tierra con extensas sabanas inundables y con importantes fuentes hídricas presentes en casi toda su extensión de 44.490 km2. Es la región de la Orinoquía, de la cultura llanera y de los incansables atardeceres, donde inicia nuestra operación en el campo de Cupiagua y continua con las estaciones de Cusiana y El Porvenir. Los invitamos a un recorrido por el territorio donde nace la energía que movemos para Colombia.
Características del relieve y accidentes geográficos en la zona del departamento del Casanare donde inicia el recorrido del oleoducto y se encuentran tres estaciones: Cupiagua, Cusiana y El Porvenir.
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Tramo
Cupiagua - CusianaDistancia
39 KilómetrosTramo
Cusiana - El PorvenirDistancia
33 KilómetrosCupiagua
422 msnmCusiana
412 msnmEl Porvenir
500 msnmManejamos de manera integrada los riesgos de entorno para nuestra actividad y los impactos sociales que esta genera en el territorio. Lo hacemos, construyendo lazos de confianza, mecanismos de comunicación directa y una visión conjunta del desarrollo sostenible, al que aportamos a través de proyectos de inversión social.
Para informar oportunamente sobre las actividades de operación y mantenimiento del oleoducto a todas las partes interesadas y coordinar la vinculación de mano de obra local, convocamos reuniones a través de las juntas de acción comunal y los entes territoriales en veredas y municipios en donde planeamos realizar actividades.
Son reuniones periódicas informales en las que participan líderes comunitarios, gobiernos y otras autoridades locales, gremios y empresarios con quienes interactuamos en el territorio. En ellas, sostenemos conversaciones amplias y participativas sobre las oportunidades y los desafíos para el desarrollo y la sostenibilidad en las diversas regiones donde operamos, fortaleciendo así la capacidad de diálogo y acción colectiva.
En regiones en las que existe una presencia significativa de la industria de hidrocarburos, participamos en instancias de diálogo y articulación en las que participan instituciones y comunidades locales interesadas en las actividades de la compañía en el territorio.
Una visión compartida del desarrollo.
Los proyectos de inversión social de Ocensa cuentan con la participación de gobiernos, comunidades y emprendedores locales y contribuyen al desarrollo territorial sostenible en tres grandes dimensiones: institucional, comunitaria y productiva.
Contribuimos a la gestión pública territorial fortaleciendo las capacidades de los gobiernos locales y prestando asistencia técnica en la formulación de políticas públicas. El programa se desarrolla en Casanare en alianza con EAFIT
Contribuimos a la transformación de la cultura ambiental de las comunidades educativas mediante el aprendizaje experimental y trabajo en red de los proyectos ambientales escolares (PRAE). El programa se desarrolla en Casanare en alianza con Boyapaz.
Fortalecemos emprendimientos, empresas, negocios, asociaciones, productores organizados y unidades productivas en el territorio para incrementar sus utilidades y la generación de empleo. El programa se desarrolla en Casanare en alianza con ACD Consultores.
Promovemos capacidades de autogestión y resiliencia organizacional en las juntas de acción comunal bajo un enfoque de planeación comunitaria y activación empresarial. El programa se desarrolla en Casanare en alianza con Fundación Amanecer.
Fortalecemos las habilidades blandas de integrantes de las juntas de acción comunal para incrementar su capacidad de agencia. El programa se desarrolla en Casanare en alianza con Fundación Oleoductos de Colombia.
Prestamos asistencia técnica a las administraciones municipales en la formulación de sus planes de desarrollo, enfatizando en la transformación productiva, en el marco de una transición energética justa. El programa se desarrolla en Casanare en alianza con Ivolución.
Acompañamos a las asociaciones de juntas de acción comunal (ASOJUNTAS) en la formulación de los planes estratégicos comunales y su integración en los planes de desarrollo municipales. El programa se desarrolla en Casanare en alianza con Banca de Proyectos.
Aportamos al cierre de brechas en los territorios de influencia de Ocensa más afectados por la violencia y la pobreza mediante la ejecución de proyectos de impacto. El programa se desarrolla en Casanare en alianza con Ivolución.
Realizamos estudios rigurosos para evaluar la calidad de nuestro relacionamiento, conocer la perspectiva de nuestros grupos de interés y determinar el impacto de nuestras iniciativas de inversión social. El proyecto se desarrolla en alianza con Ivolución en toda el área de influencia del oleoducto.
En los Llanos Orientales se encuentra uno de los mayores tesoros de biodiversidad del Colombia. Sus ecosistemas cuentan con sabanas naturales, bosques de galería, morichales, madreviejas, ríos, lagunas y esteros que son el hábitat de peces, aves, mamíferos y reptiles.
Creciendo en los márgenes de caños, quebradas y ríos, los bosques de galería son custodios del
agua en las vastas llanuras del oriente colombiano. Junto con los morichales, son ecosistemas
fundamentales para regular el flujo del agua, tanto en las épocas de creciente como en los
largos veranos, además conecta casi el 40% de las microcuencas del país. Innumerables especies
encentran allí refugio, alimento y corredores de movilidad.
Otro ecosistema que constituye un extenso corredor de intercambio entre el norte y el sur del
país es el bosque subandino que crece en Casanare. Éste, recibe los ríos que bajan de la
cordillera Oriental hasta las zonas planas, convirtiéndose en la fuente de vida de los
ecosistemas anfibios de las sabanas del Casanare.
Nuestra área de influencia se encuentra en el piedemonte llanero con los municipios de Aguazul,
Tauramena, Monterrey y Sabanalarga. El piedemonte es la zona de transición de las extensas y
apacibles sabanas de la Orinoquia a la escarpada cordillera Oriental.
En San Martin de los Llanos, Meta, nace en 2016 el primer banco de hábitat de Colombia y de Latinoamérica. El propósito: proteger los bosques naturales y sabanas de la Orinoquía de los cuales depende el recurso hídrico y otros servicios ecosistémicos regionales.
Son 602 hectáreas en la zona hídrica del río Meta y la subzona hidrográfica del río Metica, en las que se busca la restauración de ecosistemas degradados y la conservación del bosque natural. Para asegurar una compensación ambiental efectiva, por parte de quienes estamos vinculados al proyecto, se espera asegurar resultados en conservación permanente y sostenible por 30 años.
El alcance del área de impacto del proyecto incluye parte de los departamentos de Meta, Cundinamarca, Boyacá, Casanare y Vichada. Dada nuestra operación en Casanare, con las estaciones de Cupiagua, Cusiana y El Porvenir, ha sido de gran ayuda ser parte del banco de hábitat para cumplir con las actividades que se derivan de las obligaciones por compensación ambiental.
La riqueza hidrográfica del Casanare es uno de sus principales potenciales y está definida por los ríos que bajan desde la cordillera Oriental y por el ciclo de lluvias que inunda la sabana cada año.
En la intrincada red hídrica todos los procesos biológicos y actividades humanas como la agricultura, la pesca y el transporte, tienen relación y dependen principalmente de la frecuencia, duración y magnitud de los ciclos de inundación y sequía. Los caños, quebradas, ríos y humedales son el hábitat de innumerables especies de todos los grupos biológicos que, a su vez, contribuyen con la actividad migratoria de organismos.
En el trayecto del oleoducto están presentes los ríos Charte, Seco, Unete, Chitamena y Túa, que bajan desde la cordillera Oriental, pasan por el piedemonte casanareño y llegan a los causes del Upía y el Cusiana, para terminar en las aguas del gran río Meta.
Además de los afluentes mencionados, se destacan los ríos Upía, Cusiana, Cravo Sur, Guanápalo, Pauto, Guachiría, Agua Clara, Ariporo, Aricaporo, Dumagua, Duya, Caja, Suner, Chamezano, Tonce, La Palmera, Tocaría, Nunchía, Payero, Tenecito, Chire y Chiquito.
Dependiendo de la zona, la temperatura varía de 22° C. a 27 °C. En el piedemonte llanero el clima es húmedo, en la zona andina se enfría y en las sabanas tiende a ser tropical (27° C.)
En gran parte de Casanare, dominado por las sabanas, se presenta un ciclo anual de cuatro estaciones hídricas. En un primer periodo las plantas tienen suficiente agua en el suelo; después, la tierra queda anegada por completo; posteriormente, los terrenos se van secando y la disponibilidad de agua vuelve a condiciones normales para; finalmente, experimentar una sequía extrema. Expertos definen este contraste como sabanas hiperestacionales.
En el trayecto del oleoducto están presentes los ríos Charte, Seco, Unete, Chitamena y Túa, que bajan desde la cordillera Oriental, pasan por el piedemonte casanareño y llegan a los causes del Upía y el Cusiana, para terminar en las aguas del gran río Meta.
Los diversos ecosistemas del Casanare son fuente de vida para innumerables especies de todos los grupos biológicos. Las zonas con fuentes hídricas, además de sostener los ecosistemas anfibios en la sabana, albergan el 46% de los peces y el 40% de las aves del país, además de 196 especies de mamíferos y 122 reptiles.
Dentro de las especies más conocidas en la región se encuentran: la guagua loba o pacarana, la nutría gigante, el gato colorado, el ocelote o tigrillo, el mono lanudo, la garza blanca, el alcaraván, la guacharaca y la corocora roja.
Donde terminan las sabanas y empieza el piedemonte llanero, en la cordillera Oriental, se encuentra Aguazul. Con grandes pendientes y zonas planas irrigadas por tres ríos principales: Cusiana, Únete y Charte, es un municipio joven (fundado en 1954) en el que la ganadería y principalmente la producción arrocera son la base de la actividad económica. Desde 1992 es reconocido como un municipio petrolero, ya que allí se encuentra el campo de Cupiagua, fuente de importantes regalías para la población.
Todos los años, en la última semana de enero, se celebra el Festival y Reinado Nacional del Arroz en el que se expone la importancia del grano en la región y en la cultura llanera. Llegar es fácil, ya que cuenta con varias rutas de acceso terrestre desde Bogotá (360 Km aprox.) o vía aérea por el aeropuerto de Yopal, a 27 Km de Aguazul.
En una gran meseta alargada, con el piedemonte llanero al occidente y en medio de los ríos Caja y Chitamena, se encuentra Tauramena, un municipio petrolero y llanero por excelencia.
Si bien, la mayoría de sus ingresos proviene de las regalías del campo petrolero de Cusiana, su economía se está diversificando e impulsando actividades agropecuarias. Históricamente ha tenido vocación ganadera, destacándose la producción y comercialización de leche y sus derivados. En la agricultura, grandes extensiones de cultivo de arroz predominan en las sabanas; sin embargo, la agricultura en pequeñas parcelas donde se cosecha plátano, maíz y yuca son importantes para el autoconsumo.
Un aspecto para destacar en su plan de ordenamiento territorial, es que cuenta con cinco áreas de protección ambiental: bosque protector de fauna y recurso hídrico, microcuencas abastecedoras de acueductos, microcuencas paisajísticas, humedales y reservas naturales.
Llegar a Monterrey es despedirse de las extensas sabanas inundables del Casanare para subir al piedemonte llanero, en la vertiente oriental de la cordillera Oriental. El municipio presenta pisos térmicos cálidos y medios en alturas que van desde los 300 a los 2.000 m.s.n.m. Cuenta con importantes ríos para la región como: el Guafal, Los Hoyos y Tacuya, además de numerosos caños y quebradas.
El afluente clave en la vida de los regiomontunos es el río Túa, con el que prácticamente conviven a unos metros del casco urbano. Entre el 29 de diciembre y el 3 de enero de cada año, en sus playas se celebra el Festival de Verano con deportes de playa y aventura, trabajo de llano y coleo, y la presentación de grupos musicales y folcloristas de la región.
Por su topografía, en Monterrey no predomina el cultivo de arroz como en el resto de Casanare. Sus actividades económicas más importantes son la ganadería y la agricultura representada en cultivos de café, cacao, caña de azúcar, plátano, yuca, algodón, sorgo y maíz.
Si bien Monterrey no cuenta con pozos petroleros, sí cuenta con nuestra estación El Porvenir desde la cual se almacenan y transportan diferentes tipos de crudo.
El trazado del oleoducto de Ocensa se inicia con la estación Cupiagua a 15 minutos del municipio de Aguazul, Casanare. Aquí llega la producción de crudo del campo Cupiagua que se bombea hacia la estación de Cusiana.
A solo cinco minutos de Tauramena se encuentra la estación Cusiana. Esta aporta el 50% de los volúmenes transportados por el oleoducto y recibe la producción de los campos Cusiana, Cupiagua, recibo de las líneas ODL y Araguaney. Asimismo, cuenta con un descargadero de carro tanques para recibir 80.000 barriles diarios.
Es la tercera estación del oleoducto de Ocensa y con ella se inicia el ascenso de línea por la cordillera Oriental. Su operación se basa en el recibo, almacenamiento y despacho de los diferentes tipos de crudo. Tiene una capacidad de almacenamiento de 260.000 barriles.